Asignaciones

Diferencias entre paradigmas de investigación

Cuantitativa y Cualitativa

PARADIGMA DE MODERNIDAD

PARADIGMA DE POSTMODERNIDAD

Modelo Especular  – Positivista

Modelo Dialéctico – Holística

INVESTIGACIÓN CUANTITATIVA

INVESTIGACIÓN CUALITATIVA

Según Cook y Reichardt (1986, citado por Fidias. G.) la investigación cuantitativa se caracteriza por el intento de ser objetiva, racional, verificable, generalizable y cuantificable. Es decir, dicha investigación  se basa en los cálculos matemáticos como  por ejemplo las estadísticas de una población.

Diferencias con la Investigación cualitativa

Se caracteriza por ser:

  • Empírica – Analítica.
  • Adopta el método hipotético deductivo (Método científico).
  • Razonamiento deductivo.
  • Su método se basa en diseños experimentales.
  • Se rige por técnicas estadísticas y cálculos matemáticos para el análisis.
  • Es objetiva.
  • Explica.
  • Verifica teorías.
Como señala Pelekais (2000) la investigación cualitativa consiste en explicar el porqué de las cosas, por medio del análisis subjetivo e individual, lo que la hace una investigación interpretativa. Dicho método es utilizado en las ciencias sociales.

Diferencias con la Investigación cuantitativa

Se caracteriza por ser:

  • Inductiva.
  • Naturalista.
  • Interpretativa.
  • Exploratoria.
  • Descriptiva.

Y dispone de una serie de metodologías las cuales son:

  • Método hermenéutico – dialéctico.
  • Método fenomenológico.
  • Método etnográfico.
  • Método de investigación – Acción.
  • Método de Historias de vida.

 

Referencias electrónicas:

Pelekais, C. (2000). Métodos cuantitativos y cualitativos: diferencias y tendencias. Recuperado de:

http://publicaciones.urbe.edu/index.php/telos/article/viewFile/1200/2491 [Consulta: 15 de diciembre de 2017]

Fidias, G. (S/F). La Investigación Científica en la Modernidad y en la Postmodernidad. Recuperado de:

http://www.eumed.net/librosgratis/2011c/982/la%20investigacion%20cientifica.html [8 de enero de 2018]




Ejercicio

Edvard Munch, El grito, 1893.

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Técnica: óleo y pastel sobre cartón, 91 x 73, 5 cm.

Lugar: Galería Nacional de Oslo, Noruega.

Tema: sentimiento de angustia, miedo, desesperación.

Género: pintura.

Elementos formales:

La línea: Munch en está pintura utiliza un juego de líneas en las que se destacan líneas rectas, curvas y onduladas.

El color: presenta una resolución cromática caracterizada por tonalidades de gradación entre primarios cercanos a la pureza y secundarios puros mezclados, como se aprecia en el cielo, naranja, amarillo y blanco, y el azul y blanco del río. Además, se puede apreciar que en ciertas zonas los colores están más mezclados que en otras, por lo que presentan saturación  (luz y brillo) produciendo una expansión del color en la obra que supone unos pasajes tonales por medio de pinceladas fuertes.

Espacio: está pintura contiene dos espacios, un espacio representado por el cielo, el rio, el hombre y el puente, y un espacio plástico que es abierto, lo que genera un punto de fuga, teniendo así perspectiva aérea.

Figura: representación figurativa.

Composición: en el primer plano se encuentra la figura principal, asemejándose a un hombre, parado al lado de la baranda de un puente, la cual continúa en línea diagonal hacia uno de los extremos del cuadro donde están paradas dos figuras borrosas,  generando así profundidad en el espacio. El segundo plano, es abierto, pues está marcado por la línea horizontal que divide el cielo del río.

Análisis formal:

Al observar El Grito, lo primero que podemos identificar, es que tiene dos planos. En un primer plano se encuentra la representación de la figura principal que se asemeja a un hombre retorciendose con las manos en el rostro y grita expresando sentimientos de angustia, miedo y desesperación. Este está parado al lado de la baranda del puente que continua en línea vertical hacia uno de los extremos del cuadro donde están parados dos hombres casi borrosos generando un punto de fuga y profundidad en el espacio. El segundo plano es abierto y está marcado por la línea horizontal que divide el cielo del río. En el cielo utiliza una paleta de tonalidades primarios cercanos a la pureza y secundarios puros mezclados, con una pincelada gruesa y con líneas onduladas haciendo que el naranja, amarillo y el blanco produzcan pasajes tonales saturados. En el rio utiliza colores fuertes y puros como el azul y el blanco con una pincelada gruesa que marcan líneas onduladas que expresan el sentimiento de angustia y miedo que quiere transmitir el artista.

Contexto:

El Grito es considerada una de las representaciones más conocidas de la corriente expresionista. Fue pintada por Edvard Munch en el año 1893, con el fin de proyectar en el espectador sus vivencias interiores, con una temática característica del expresionismo, en las que predomina el sentimiento sobre el pensamiento, utilizando sus experiencias para expresar fuertes emociones que evocan sentimientos de angustia, muerte y repulsión. Puesto que su vida siempre estuvo marcada por el sufrimiento, ya que desde muy pequeño estuvo expuesto acontecimientos duros que influenciaron en su obra artística, pues cuando tan solo contaba con 5 años murió su madre y al poco tiempo su hermana enfermo de tuberculosis y también murió.(Boe, 1989, p.37).  Además el mismo artista padecía de problemas de personalidad lo que lo afligían, siendo evidentes en sus representaciones, de tal manera que su obra a menudo es la expresión gráfica de su experiencia real. Y es que el artista era consciente de ello, por lo que en su diario escribió la experiencia que lo llevo a pintar El Grito:

Estaba caminando por un camino con dos amigos. De repente se puso el sol. Sentí un ataque de melancolía. De pronto el cielo se puso rojo sangre. Me detuve y me apoyé en una barandilla, muerto de cansancio, y miré las nubes llameantes que colgaban como la sangre, como una espada sobre el fiordo azul negro y la ciudad. Mis amigos continuaron caminando. Me quedé allí temblando de miedo. Y sentí que un grito agudo e interminable penetraba en la naturaleza.”(Denvir, 1975, p. 17).

Por último, vale la pena  mencionar que El Grito es un icono del arte contemporáneo, pues en base a la pintura se han hecho innumerables copias e inspiración para otros artista.

Referencias Bibliográficas:

Boe, A. (1989). Edvard Munch. España: Ediciones Polígrafa.

Denvir, B. (1975). El fauvismo y el expresionismo. Barcelona: Editorial Labor.




Reseña

 

Universidad de Los Andes

Facultad de Humanidades y Educación

Escuela de Letras

Departamento de Historia del Arte

Asignatura: Critica y Metodología del Arte

Reseña: Mérida, 9 de noviembre de 2017/ Por: Inmaculada Sánchez.

El pasado 20 de octubre tuvo lugar la inauguración de la exposición de Alonso Galué, titulada ¨Aún Somos Ridículos¨, en el Centro Contemporáneo Galería La Otra Banda, ubicada en el centro de la Ciudad de Mérida.

 

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Alonso Galué, título su obra ¨Aún Somos Ridículos¨, porque la ridiculez es una ¨condición exclusiva de todo ser humano, nadie está alejada de ella¨.

Esta exposición que se pudo visitar hasta el pasado viernes 10 de noviembre, presenta nuevos trabajos del artista merideño Alonso Galué, en los que muestra sus dibujos.

La obra de Galué se ha movido desde siempre por la relación con la vida, como lo señala el artista ¨la vida es el motor de combustión para yo poder producir mi obra¨, como en el caso de la muestra ¨Aún Somos Ridículos¨, donde en las obras están representadas su madre, su hermanita y el mismo artista.

Transmitiendo en su discurso la distorsión de la infancia y de la memoria, en la que utiliza diferentes formas de generar los dibujos, por medio de tramas exclusivamente, con dibujos que se generan sólo por una línea, dibujos que se generan con mancha y dibujos que se generan con doble o triple línea, siendo estos hechos sobre papel bobina y marcador negro, además son piezas de gran formato y efímeras, puesto que el artista no pretendía que fueran obras de larga duración. En si, su problema es proyectar su infancia y la de su hermanita junto a su madre en una especie de recuerdo nostálgico que es lo que caracteriza al artista.

La muestra fue curada por la profesora Elizabeth Marín, y funciona en su totalidad como una instalación dinámica, en la cual hay que pasar una cortina de color negro para ingresar a la sala, y al entrar se escucha un audio que dice te quiero, te quiero, te quiero… dejando al espectador en un sentido sublime al ser impactado por los inmensos dibujos infantiles y el audio. Al mismo tiempo, esta expositiva carece de vacíos, puesto que las obras fueron colocadas una pegada a la otra, como elemento significativo de continuidad, para que el espectador recorra la sala, además de la incorporación de fotografías del artista en su infancia.